30 de diciembre de 2012

Frank O'Hara y España

En el último número (el nº 102, nov-dic de 2012) de la revista Clarín aparecen unas breves notas de un servidor sobre el poeta Frank O'Hara y cuatro traducciones de sus poemas: son los cuatro poemas que escribió a propósito de España, que visitó en 1958 para preparar una exposición del MOMA

Dejo aquí las primeras lineas de la introducción y un fragmento de uno de los poemas. 

FRANK O'HARA: DE PINTURA Y TELÉFONOS

La vida y la poesía de Frank O'Hara (1926-1966) tienen mucho que ver con la pintura, como se ha insistido en numerosas ocasiones, pero el contacto inicial con el mundo que tanto le influiría (en tantos aspectos) fue bastante fortuito. Recién llegado a Nueva York desde Ann Arbor, donde se había graduado en literatura inglesa, el entusiasmo que le produjo una retrospectiva de Matisse en el MOMA le animó a solicitar un puesto en el museo. Destinado en un principio a la tienda de regalos, entre la ventas de postales y catálogos tenía tiempo para hablar por teléfono, charlar con los amigos que desfilaban por allí y anotar con rapidez asombrosa poemas en cuadernos y hojas sueltas. La pausa para comer le servía además para acercarse a la cercana sede de Olivetti, en cuya sala de muestras había máquinas de escribir y papel a disposición de quien quisiera usarlas, y en donde escribió apresuradamente algunos de sus mejores poemas. El trabajo le permitía también, claro, visitar una y otra vez las propias salas del museo. [...]


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MADRID

¡España! ¡mucho más hermosa que Egipto!
¡mejor que Francia y Alsacia y Livorno! ¡o que Théophile Gautier!
nada salvo borrachuzos en Niza
                                                  y yonkis en Túnez
pero todo se convulsiona bajo el toldo plateado de España
la oscura
              la seca
                         la boca de tiburón color de arena
de Europa, ¡la violada y atezada diosa de la velocidad!  
[...] 



(Frank O'Hara, traducción de A. Catalán)
 



28 de diciembre de 2012

Los naufragios están llenos de sirenas


CANCIÓN DE SIRENA

La llamo de vez en cuando, para ver si ha
cambiado la música de su contestador.
“Cuéntame en dos palabras”, dice la grabación,
“lo que ibas a contarme en mil”.

Contemplo esa idea, como si contemplara
el mar por la noche, escuchando las olas
que rompen en las rocas, sabiendo que está ahí,
escuchando, esperando a que yo hable.

Ocasionalmente coge el teléfono
y su voz me canturrea desde el pasado.
El pelo de la nunca se me pone de punta
cuando por un segundo me llega su olor.

(Traducción de A. Catalán)



26 de diciembre de 2012

Poema para un naufragio


HIMNO DEL DESOLADO

Qué hacer para mostrarse solidario
de la ruina. Arruinarse. No es astuta
la hiedra que derrumba; el viento menos
que echa tejas abajo. El atributo
de la desolación florece, crece:
vida sin colorín que sustituya
donde vida no habrá. Se poda el canto
no para su esplendor, para el embuste
mandado a suplantar. Nazca el asombro
donde no -es invisible la mano, la sonrisa
es norma- quedan brotes de otra especie.

Como la hiedra crezca terco el asombro
y, si abatido, más; hasta un abismo
-de qué hablar a los cómplices- de fértiles,
inútiles lianas: que así la ruina, al menos,
se aniquile dejando a la victoria
el campo libre para sus batallas,
pues nosotros -se suman otras voces-
llegados a este punto hemos tomado
la ilustre decisión de naufragar.


(Aníbal Núñez, recogido en Obra Poética II, Hiperión, 1995)



3 de diciembre de 2012

La réplica infinita



LA REPLICA INFINITA
(Sunflowers, Ai Weiwei)           

Autoemblema del arte y de la pipa
de girasol: repetida apertura
en la que nunca deberás adiestrar al extranjero.



(La noticia sobre la exposición de 2010, aquí)





2 de diciembre de 2012

Sobre Chantal Maillard


En El Cuaderno número 39, unas breves palabras sobre la poesía de Chantal Maillard. 5000 caracteres para definir una obra compleja e intensa:

Que el ejercicio de la inteligencia y la experiencia poética son compatibles es algo que, demasiado a menudo, parece olvidársenos. Afortunadamente, a veces vienen a recordárnoslo poetas como Chantal Maillard (Bruselas, 1951), cuyos textos se construyen precisamente en ese punto de contacto entre el pensamiento y la lírica, entre la razón y el cuestionamiento de esa misma razón. No sólo se puede pensar mientras se escribe poesía, sino que es necesario hacerlo... 

(Hacer click en las imágenes para ampliar. Para leer el número 39 completo, click aquí).

p. 22
p.23