1 de noviembre de 2013

De cena con Stephen Dunn



EN EL RESTAURANTE
 
La vida sería insoportable
si tomásemos conciencia de ella.
Fernando Pessoa
 
Seis personas son demasiadas personas
y un lugar público el lugar equivocado
para lo que estás pensando

—detén esto ahora—.

¿Quién te crees que eres?
El pato à l'orange es espectacular,
la tarta la mejor de la ciudad.

Pero ahí entre tus amigos
están los sobreentendidos, como siempre,
la cháchara y la alegría como canción de costumbre.

Y está tu vacío crónico
que sube en espiral en busca de palabras
que no te atreverás a decir

sin ironía.
Deberías haberte quedado en casa.
Es parte del contrato social

aparentar estar donde está tu cuerpo,
y, por el amor de Dios, has estado en otra parte,
 como ahora, incontables veces;

compórtate, disimula.

Seguro que crees que parte de la buena educación
es hacer la vista gorda, dejarlo pasar.
Alaba la ensalada César. Alaba el vestido negro

de Susan, el ascenso de Paul y su aumento de sueldo.
Imperdonable, la masacre en este mundo.
Insuficiente, el hombre simplemente honrado.




(Stephen Dunn, En otro momento, Delirio, 2013)
(Traducción de A. Catalán y B. Clark)

Sobre el libro, más, aquí.



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